La ola verde

por Javier Vrox

Eran los 2008 cuando en mi época pre adolescente me llamo mucho la atención una ONG llamada “Animanaturalis” que luchaba por los derechos de los animales y además tenían un sub movimiento llamado “HazteVegan” donde orientaban a las personas que quisieran tener un estilo de vida vegano.

En esos años las opciones veganas eran demasiado limitadas, desde lo práctico hasta la oferta del mercado para este tipo de público.

Paso más de una década donde todo lo anterior parece haber cambiado incluso la percepción del público hacia este tipo de productos.

De hecho,  la última Encuesta Nacional de Medio Ambiente, realizada en 2018 por el ministerio de la cartera, reveló que hay un millón y medio de chilenos que no consumen carne. 

Un 78% de los encuestados dijo, además, estar de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación que plantea que incorporar más vegetales y menos carne en la alimentación ayuda a cuidar el medioambiente y un 75% afirmó estar dispuesto a disminuir su consumo para evitar las consecuencias medioambientales de su producción. 

En un país en el que la carne sigue siendo clave en la alimentación diaria de los hogares -la octava Encuesta de Presupuestos Familiares del INE planteó que en 2018 el tercer alimento más consumido fue la carne de vacuno, después del pan y las bebidas-, estas cifras dan cuenta de una tendencia que va en aumento. 

Teniendo en consideración  lo anterior, no podemos no olvidar lo relacionado con la ganadería, quién  es uno de los mayores contribuyentes de las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación, la contaminación del agua y la contaminación del aire. 

En todo el mundo, la producción de carne y lácteos utiliza el 83% de las tierras agrícolas y produce el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura, mientras que proporciona solo el 18% de las calorías y el 37% de las proteínas (Science, 2018) 

Con tantas alternativas disponibles, cada vez se vuelve más sencillo tomar decisiones que ayuden al medio ambiente.

Tomemos, por ejemplo, a la hamburguesa vegana Beyond Meat Burger. Un estudio realizado en el 2018 por la Universidad de Michigan encontró que un cuarto de libra de Beyond Burger es casi idéntico, desde el punto de vista nutricional, a una hamburguesa de carne de un cuarto de libra, pero genera 90% menos emisiones de gases de efecto invernadero, requiere 46% menos energía, 99.5% menos agua y utiliza 93% menos tierra en comparación con la producción, envasado y distribución de la carne de vacas de EE. UU. 

TU COMIDA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO (SO TRUE)

Varios informes han encontrado que una dieta vegana tiene el mayor potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Un ejemplo de ello es el informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (2019), que enfatizó un cambio hacia dietas basadas en plantas como una gran oportunidad para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Un estudio de 2020 publicado en Nature Sustainability encontró un alto costo de oportunidad de carbono de la agricultura animal, de modo que la tierra desplazada por alimentos de origen animal tiene el potencial de capturar 152.5 gigatoneladas de carbono (GtC) en la biomasa vegetal viva si la humanidad cambiaran su alimentación y comenzaran a comer vegano.

Los pastos utilizados para alimentar animales rumiantes criados para carne y productos lácteos representan el 72% del carbono, mientras que las tierras de cultivo para forraje constituyen el otro 28%. Esta cantidad de carbono representa la última década de emisiones de combustibles fósiles y el equipo de investigación lo consideraron comparable a las reducciones necesarias para limitar el calentamiento global a 1,5 °.

Un estudio de la Universidad de Michigan y la Universidad de Tulane (2020) estimó que reemplazar la mitad de todos los alimentos de origen animal con alimentos de origen vegetal podría resultar en una disminución del 35% en las emisiones relacionadas con la alimentación en los EE. UU. Eso daría como resultado una reducción de aproximadamente 224 toneladas métricas de emisiones anuales, la misma cantidad que 47,5 millones de vehículos de pasajeros para el 2030.

Un informe de The Lancet (2019) comparó los modelos de cambios en la producción de alimentos y la reducción estimada de los gases de efecto invernadero, se encontró que hacer un cambio a una alimentación basadas en plantas podría reducir las emisiones relacionadas con los alimentos hasta en un 80% para el 2050.

 Las dietas veganas tienen el mayor potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: hasta un 35 a 55% (Journal of Cleaner Production, 2015).

Las personas veganas tienen la huella de carbono más pequeña, mientras que aquellas personas cuyas dietas incluyen más carne tienen la más grande: 2.5 veces más que las personas veganas (University of Oxford, 2014).

Los cálculos de Our World in Data (2020) muestran que producir 100 gramos de proteína a partir de chícharos (guisantes) emite 0,4 kilogramos de dióxido de carbono, mientras que producir esa misma cantidad de proteína a partir de carne de vacas emitiría casi 90 veces más.

De todas las fuentes de proteínas, las plantas tienen la menor huella de carbono, independientemente de los métodos de producción. Incluso cuando se comparan las emisiones de los productores de carne y lácteos de menor impacto con los productores de plantas de mayor impacto, las fuentes de proteínas a base de plantas tienen una menor huella de carbono.

¿Entonces?

La ganadería no es un sistema sostenible, ¡su huella ambiental puede reducirse drásticamente con una dieta basada en plantas y  bastará menos de una década cuando se comience  a legislar sobre este tema y cuál es la responsabilidad como seres humanos sobre la huella de carbono como personas.

La divergencia se rehusará  al cambio de paradigma de sus débiles y poco responsables creencias. Se deberá perseguir a los responsables que no adopten las medidas pro planeta. La ola verde llegó para hacer justicia  para todos los seres vivientes que deben ser parte de una sociedad más inteligente, conectada y global.

Vrox.-

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